lunes, 19 de enero de 2015

11 Consejos para el Manejo de Estrés en el Tránsito


Manejar un automóvil no es fácil, a pesar de que seamos conductores hábiles, esta actividad se convierte en una actividad estresante a cierto punto, donde se requiere de nuestra atención al 100% para cuidarse del conductor imprudente, el peatón que se atraviesa de la nada y el motorista que se cruza en cualquier espacio para pasar entre los autos. 

Nos levantamos temprano a prepararnos para el trabajo, pero cada dificultad en el camino (un embotellamiento, el vehículo que va adelante manejando a menor velocidad y los demás se le adelantan, alguien que se nos adelanta sin siquiera poner su pide vías, el motorista que viene a la par se ve sospechoso, las molestas luces altas de otro vehículo no nos deja ver el camino, ¡uff! casi nos choca un motorista en medio de los vehículos, "otra vez se me olvido el bache y golpeé la llanta de mi auto, el policía de tránsito ya lleva "media hora" y no me da vía, etc.) 

En fin, cada factor que vamos experimentando de camino al trabajo será causa de excesiva tensión y ansiedad con desencadenamiento de respuestas de riesgo de tipo erráticas y agresivas (conducción a alta velocidad, sobre pasos y cambios excesivos de carril, conducción encimada al vehículo que va adelante, maniobras bruscas y no avisadas, indiferencia hacia los peatones que se cruzan, indecisión frente a un imprevisto, etc.) 

Pasamos más de 90 minutos al día en el automóvil, ya sea simplemente en ir y regresar del trabajo todos los días. Más la sensación de encierro en el vehículo y de no poder moverse para ningún lado, porque el tránsito esta parado.

Todas las situaciones descritas son potenciales de riesgos e incidentes que derivarán en accidentes.

Teniendo en cuenta las dificultades de la vida de hoy, con mucha gente sufriendo un estado continuo de tensión y exceso de preocupaciones, ¿qué podemos hacer para controlar el estrés en el tránsito?

Algunos consejos para el manejo del estrés en el tránsito:

Sé conciente del estado en que te encuentras.

Si sabes que estas padeciendo de mucha tensión, intenta salir media hora antes de lo habitual, así te sentiras tranquilo y no te preocuparas por llegar tarde a tu destino.

Planifica cada viaje dándole más tiempo del estimado necesario para ese recorrido.

De esa manera evitaras la ansiedad frente a demoras o inconvenientes en el camino. Debes imaginar el recorrido que harás y pensar en los inconvenientes con los que te has encontrado anteriormente en esa ruta. Con esto en mente, estima el tiempo necesario por si aparece una complicación en el camino.

Disminuye la velocidad y adécuala a las circunstancias del camino.

Está comprobado que a mayor velocidad de circulación, mayor tensión. Debes buscar una velocidad en la que te sientas relajado. Por otra parte, al conducir más despacio se tiene más tiempo para reaccionar ante un imprevisto o corregir una maniobra equivocada.

Acepta las circunstancias tránsito.


Esto significa que frente a un embotellamiento, obstrucción, semáforos mal coordinados, flujo de tránsito lentificado, etc, hay que procurar calmarse y no intentar forzar la velocidad de marcha apurando a los otros, violando las normas o zigzaguenado.

Haz ejercicios de relajación.

Son ejercicios respiratorios de relajación por medio de inspiración profunda con exhalación lenta. Verás que te relajas fácilmente.

Escucha música a bajo volumen.

Te puedo decir que escuches música clásica o ambiental para relajarte, pero si tus gustos musicales son otros, escucha la música que te gusta pero a bajo volumen e intenta cantar la letra de las canciones, este ejercicio te relajara.

Permite el paso a conductores torpes, lentos y/o agresivos.

Procura evitar este tipo de conductores ya sea cediendo el paso o sobrepasando con precaución y mantén distancia de él. Evita la confrontación con ellos.

Evita discutir con los acompañantes sobre temas conflictivos.

Trata de hablar de temas agradables y de interés común para sentir el viaje más corto.

No uses el teléfono celular.


Mientras conduces no uses el teléfono celular ya que es fuente de distracción y sumador de tensiones. A menos de que sea una llamada muy importante usa dispositivos "manos libres".

Revisa periódicamente tu vehículo.

Si le haces los mantenimientos respectivos a tu vehículo, no te estarás preocupando de que falle en el tránsito y te quedes "tirado". Y siempre cuenta con el número de teléfono de un mecánico de confianza para esas emergencias.

No pierdas el control.

Evita a los conductores agresivos, es mucho mejor dejarlos pasar y que sigan su camino. Trata de no tener discusiones con otros conductores, ya que sólo incrementan tus niveles de estrés. Recuerda que nadad ganas enojándote, pasarás un mal rato, además de no poder solucionar nada.

En resumen, todas las situaciones que alteren tu rutina cotidiana y requiera de la puesta en marcha de cambios o búsquedas de soluciones resultan potencialmente estresante. Pero esta en tí que el manejo del estrés no te afecte físico y emocional hasta el grado de tener un accidente de tránsito por culpa del estrés.


www.teconencto.com.gt








No hay comentarios.:

Publicar un comentario